Detener el coche con seguridad
El sistema de frenos se compone de una serie de elementos que trabajan en conjunto para detener el vehículo cada vez que haga falta con la efectividad necesaria. Dichos componentes se adaptan a la potencia y prestaciones del coche. Si bien en todos los vehículos son básicamente los mismos elementos, un utilitario ligero y poco potente no tiene las mismas exigencias para detenerse que un deportivo capaz de unas elevadas prestaciones, o un SUV grande, que superará de largo las dos toneladas y medio de peso en orden de marcha. El fabricante busca el mejor compromiso entre la eficacia de los frenos y el precio del conjunto a la hora de su desarrollo. Y si queremos mejorar su eficacia, las marcas suelen disponer en opción de equipos más potentes, que también, ofrece la industria auxiliar.
Lo que cuesta frenar por tipo de vehículo
La distancia de frenado depende de muchas variables: estado y temperatura del firme, de los neumáticos, amortiguadores, peso más carga y, sobre todo, de la velocidad del vehículo. Además, no será la misma en un compacto que un SUV, que le duplica casi en peso, o un deportivo.
Tipos de freno: disco y tambor
Actualmente, la industria automotriz utiliza dos tipos principales de frenos: de disco y de tambor. Casi todos los coches y motos montan siempre discos en el eje delantero, mientras los tambores son utilizados en el eje posterior de las versiones básicas de los segmentos inferiores, las más económicas.
La base, en cualquier caso, es igual, con los mismos componentes en el sistema principal a través de un circuito que permite que llegue la fuerza por la presión del fluido.
Los frenos de disco disponen de un disco solidario al buje de cada rueda y son más efectivos y potentes, evacuando mejor el calor. Su diámetro depende del peso del coche, de sus prestaciones… y de lo que podamos pagar.
El sistema de tambor es más económico y, aunque ofrece una mayor superficie de fricción, no tiene la misma capacidad que los discos y disipa peor el calor que se produce con el rozamiento. El tambor va unido al buje y en su interior van las zapatas, que son las ejercen la presión.